La Arrixaca se embarca, a través del IMIB, en el primer ensayo clínico de España para tratar heridas con sustitutos de piel del propio paciente

El fin último es poder tratar con esa piel bioimpresa a pacientes infantiles con grandes quemaduras, ya que con el uso de piel autóloga (del propio paciente) se evita el rechazo que se produce cuando el tratamiento se realiza con piel donada. Pero primero hay que llevar a cabo las pruebas de cultivos y de bioimpresión de la piel con donaciones logradas en los hospitales participantes.

Los primeros pasos ya se han dado, ya que el hospital de El Palmar ha logrado que siete pacientes murcianas que se han sometido a distintas operaciones hayan donado su piel sobrante para llevar a cabo las pruebas, poniendo así en marcha el protocolo de biocultivo para la fase de pruebas de la bioimpresora.

El proyecto Bioskin sobre Estrategias para el desarrollo y validación de la producción de piel bioimpresa para aplicaciones médicas abarca desde el desarrollo hasta la fabricación de tejidos cutáneos autólogos, lo que supone la base para el desarrollo de terapias innovadoras de ingeniería de tejidos que cambiarán el modo de tratar a los pacientes, según informan desde el IMIB.

En este caso, la Arrixaca ha entrado a formar parte de un consorcio integrado por entidades públicas y privadas, coordinadas por la empresa de ingeniería biomédica Biorem, en el que también está el Hospital Vall d’Hebron, la Universidad de Barcelona, el IMIB y empresas como el laboratorio Reig Jofre SA, Peaches Biotech SL y Biocrosmo SL.

En estas fases iniciales está participando la doctora Ana María García, directora de la Sala Blanca del IMIB-Arrixaca, mientras que el ensayo estará liderado por el equipo de Cirugía Plástica del hospital de El Palmar, dirigido por el doctor Clemente Fernández, y en el que participa también el doctor Sergio Cánovas, responsable de Cirugía Plástica Infantil.

La doctora García explica a La Opinión que para este proyecto se ha optado por buscar donantes de piel entre las mujeres sanas que se someten a una reducción mamaria, ya que «es una intervención en la que hay bastante piel sobrante».

En este caso, se trata de un tipo de piel idónea porque es fina y no produce molestias ni pérdidas de oportunidad.

El jefe de servicio de Cirugía Plástica y Quemados de la Arrixaca indica que la piel obtenida se corta en trozos de 2x2 y de 2x3 centímetros y en sobres estériles se guardan en la nevera de la Sala Blanca para trasladarlos al laboratorio donde se procesarán. «El objetivo de estos primeros pasos es, precisamente, lograr piel bioimpresa para tratar a los niños con grandes quemados, reduciendo así la morbimortalidad», señala.

En el tratamiento de los quemados no sólo se busca el poder cubrir la herida con piel, sino que esa piel tenga posteriormente una buena cicatrización, que la piel injertada sea de buena calidad, que no sea rígida y que quede con buen color.

De esta forma, con la piel donada por las pacientes, a quienes la doctora Ana María García agradece su colaboración, se entrenará el proceso de bioimpresión para posteriormente, cuando se obtengan todos los permisos y certificados, llevar a cabo el ensayo clínico con pacientes que precisen el tratamiento de quemaduras.

Esta ‘piel artificial’ se logrará gracias a la única bioimpresora 3D certificada en España para la fabricación de productos bioimpresos de uso clínico, ubicada en las instalaciones de Creatio, en la Universidad de Barcelona.

Sergio Cánovas apunta que la ventaja radica en que se creará piel autóloga del propio paciente mediante cultivos celulares que se manipulan a través de la bioimpresión, creando dos tipos de células, de las capas superior e inferior de la piel. «Lo novedoso es el sistema que se va a usar para el montaje de una capa sobre la otra, aprovechando precisamente el sistema de bioimpresión», afirma.

Aunque este ensayo clínico se centrará en el tratamiento de niños con grandes quemaduras para acotar el grupo de trabajo, no se descarta que en un futuro se traslade a adultos.

El proyecto de investigación Bioskin CPP2022-009969 está financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Unión Europea a través de los fondosNextGenerationEUn con más de 680.000 euros.

Esperan hacer una prueba piloto con 6-7 pacientes pediátricos
El Hospital Virgen de la Arrixaca se encuentra a la cabeza de España en donación de órganos y al igual que se aprovechan riñones, pulmones o corazón, la piel es otro órgano más que también es utilizado. El jefe de servicio de Cirugía Plástica y Quemados, Clemente Fernández, indica que con la piel donada «podemos cerrar heridas cuando es necesario hacerlo de forma urgente». Y aunque es la técnica que se suele usar en los casos de grandes quemados, «la piel de donante se rechaza a los 21 días», dice.

Hay otros casos en los que se aprovecha piel del propio paciente, pero esta tampoco es la opción cuando la extensión a tratar es demasiado grande, «lo que lleva a que los cultivos de piel, o en este caso la bioimpresión, sean el camino para lograr piel suficiente», apunta el doctor Sergio Cánovas, responsable de Cirugía Plástica Infantil.

Los expertos recuerdan la importancia de la piel para cuestiones como mantener la temperatura corporal, mantener la hidratación, la regulación interna de las constantes vitales y proteger al cuerpo de infecciones.

La doctora Ana María García detalla que tras las pruebas iniciales con la piel lograda por las donantes se necesitará la autorización de la AEMPS al procedimiento como producto seguro y una vez que se logre se podrá iniciar el ensayo clínico con pacientes. En el caso de la Arrixaca, esperan hacer la prueba piloto con 6-7 pacientes pediátricos.

Hasta este momento han sido siete las donantes que han aceptado en el Hospital Virgen de la Arrixaca ceder su piel de forma voluntaria tras una intervención para este proyecto de investigación que espera lograr piel bioimpresa para tratar a pacientes pediátricos con grandes quemados.

La última donante se ha sometido a una operación de reducción mamaria esta misma semana y, aunque prefiere mantener su anonimato, comparte con La Opinión cómo decidió dar el paso y colaborar con esta iniciativa.

La joven afirma que «tras conocer en qué consistía el proyecto, no lo dudé cuando me lo plantearon, ya que es una forma de ayudar a otras personas y a mí no me afecta de ninguna manera».

En su caso, la llamaron la semana antes de la intervención para avisarle de la fecha y «vino a la consulta de la doctora un investigador del IMIB que fue el que me comentó el proyecto y me dio los documentos necesarios para dar el consentimiento en el caso de que decidiera hacerlo».

La donante también explica que «tras la operación dividirían la piel en tres partes, una se la queda la Arrixaca, otra irá a Madrid y la tercera parte de la donación a Barcelona, que es donde se está haciendo el proyecto».

Fuente: La Opinión . Más información aqui

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